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lunes, 12 de enero de 2015

MISIÓN DE VIDA

Antes de nacer, tú eras un ser de luz que quería venir a esta Tierra para poder vivir en ella y, a través de tu experiencia, evolucionar espiritualmente. En ese lugar que llamamos Cielo o Paraíso, hay diferentes niveles de evolución espiritual y cada uno debemos de cumplir con diferentes misiones a fin de crecer y elevar nuestro espíritu a un nivel superior. Por tanto, cuando tú solicitaste permiso para entrar en un cuerpo físico, Dios te lo concedió. Realmente somos privilegiados de estar aquí y ahora en este tiempo de cambios en las energías de la Madre Tierra porque no a todas las almas se les concedió venir y a muchas quienes sí vinieron, no se les concedió vivir el Principio del Nuevo Ciclo Cósmico. Es por eso que muchas almas están volviendo a Casa antes de que suceda este cambio… y habrá muchas otras que vuelvan muy pronto.
Pues bien, cuando alegremente recibiste el permiso de entrar en un cuerpo físico, te fue asignado un grupo de guías y protectores. Te fueron asignados no uno sino dos ángeles guardianes. Uno es el que conoce todo tu potencial y el que siempre te empuja: “haz esto”, “ayuda aquí”, “no vayas por allá”, etc. El otro, es más suave y tierno y es quien te consuela cuando estás triste o cuando te sientes solo o decepcionado. Además de estos dos ángeles guardianes que te acompañan desde el momento que fuiste concebido, te fueron asignados varios guías y maestros. Todos, junto contigo, planearon un esquema general de tu vida basándose en los eventos que forzosamente debías de vivir para poder aprender aquello que te hará ascender cuando vuelvas a Casa y para ayudar a otros a evolucionar espiritualmente o cuidar y mejorar el planeta.
Todos juntos, en un Equipo Celestial de Apoyo exclusivo para ti, elaboraron un Plan General (o Plan Divino) en el que ciertos eventos sucederían forzosamente asegurando crecimiento de tu alma, aprendizaje y evolución espiritual y está garantizado que serías completamente apoyado para que lo logres. No fue un plan muy preciso porque habrían muchos factores que intervendrían en el momento de la vida como ser humano como es el uso de tu libre albedrío y el estar expuesto a todo tipo de influencias materiales pero tus guías se asegurarían que lo que estuvo planeado, de alguna manera, sucedería. También, incluyeron dos o tres edades en las que tú podrías decidir volver a Casa o quedarte en la Tierra por otro tiempo. Se trata de esos eventos en los cuales tenemos una enfermedad grave o un accidente en el que no te explicas cómo sobreviviste y en los cuales durante unos momentos en otro nivel de conciencia se nos pregunta si ya estamos listos o si deseamos quedarnos por un tiempo más. Los ángeles dicen: “¿Quién dijo que todos los humanos deben vivir 90 años?”. No se trata de cumplir cierta edad para estar listos sino de haber cumplido con nuestro propósito de vida para volver. Sin embargo, muchas personas prefieren quedarse más tiempo para convivir con su familia terrenal.
En esos momentos, tú decides qué género tomarás para desarrollar mejor las habilidades y destrezas que necesitarás para tu crecimiento espiritual, es decir, si serás hombre o mujer. También, eres tú mismo quien elige a tu padre y a tu madre quienes te enseñarán justo lo que necesitarás aprender. O sea, tú eliges en  qué familia vivirás.
Cuando eres un ser espiritual, un ser de luz, la vibración que tienes es muy elevada. Sin embargo, cuando baja tu esencia a habitar un cuerpo físico, la vibración de lo físico es muy baja, por lo tanto, mucha de tu esencia no puede vibrar en esa frecuencia baja y no es que dejes de ser tú mismo sino que, de alguna manera, todo ese conocimiento que tienes sin tu cuerpo físico, lo inhibe el entrar en la materia. Por eso sucede que “olvidamos” quiénes somos y “olvidamos” lo que sabemos pero, conforme vamos evolucionando en nuestra espiritualidad, vamos “recordando” quiénes somos y a qué venimos y qué sabemos. Por ejemplo, cuando cierta información te es revelada, tú, en el fondo de tu ser “ya la sabías”. De cierta manera, esto mismo que estás leyendo tú “ya lo sabías” ¿verdad? solamente estamos quitando los velos que la materia nos ha puesto encima y recordamos quiénes somos y de dónde venimos.
Pues bien, una vez formado tu equipo de guías y compañeros espirituales; establecidos los valores y lecciones que has de aprender y practicar, te lanzas al mundo y entras en un pequeñísimo cuerpo físico conformado por apenas dos células dentro del vientre materno… y jamás… jamás estarás solo… jamás estuviste solo… ellos están contigo ahora mismo, en este mismo instante, y seguirán estando junto a ti hasta que tu cuerpo físico ya no pueda hospedarte y sea momento de dejarlo y regreses a ese espacio de Luz Divina donde tus Guías y tus Ángeles te darán un Último Abrazo entregándote a Dios.
Tu propósito de vida o tu misión es la parte más importante de encontrarte a ti mismo y, cuando encontramos nuestro propósito de vida, sentimos mucha paz… encontramos nuestro lugar en este mundo de tal manera que toda nuestra vida hace completo sentido.
¿Cuál es tu propósito de vida? ¿Cuál es tu misión? Todos y cada uno de nosotros tenemos una misión igualmente importante en esta Tierra. Cuando trabajamos en ella, nuestra vida completa sana. Nos sentimos más contentos, más saludables. Incluso ¡nuestras finanzas mejoran!
La misión de todos tiene el mismo fundamento subyacente de AMOR. En esencia todos estamos aquí para aprender, recordar y enseñar esta poderosa emoción. Cuando escogemos el sendero del amor, crecemos espiritualmente, ayudamos a otros y equilibramos nuestro karma.
La pregunta en relación a nuestro propósito de vida se relaciona con cuál forma tomará tu sendero de amor. Si serás sanador, maestro, artista, padre, médico o algo más.
Cuando planeamos nuestra venida a la Tierra, también aseguramos que seguiríamos nuestro camino como instrumento de amor eligiendo la profesión o actividad correcta que nos llevaría a cumplir nuestro Plan de Vida. Esto fue implementado como un mecanismo para asegurar que reconoceríamos esa Misión y es LO QUE MÁS NOS GUSTA HACER. Eso que te hace feliz, que te apasiona, que siempre quieres hacer, que puedes pasar horas y horas haciendo y sigues disfrutando… esa es TU MISIÓN… ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Enseñar? ¿Cuidar niños o ancianos o enfermos? ¿Las plantas? ¿Los animales? ¿Pintar? ¿Cantar? ¿Hacer música? ¿Investigar? ¿Inventar maquinaria? ¿Cocinar? ¿Escribir? busca… por ahí está tu misión en esta vida. Por eso se dice que Dios te mandó a esta vida a ser FELIZ… ¡claro! a través de hacer lo que te hace feliz, ¡cumplirás tu propósito de haber venido! ¿No es eso hermosísimo? Digno de un Creador Absolutamente Omnipotente y Amoroso.
Así que escucha tu Guía Interior y revisa cuál es eso que más te agrada hacer y ¡HAZLO! dedícate a ello.
Si hacerlo implica cambios drásticos en tu vida y te preocupa de dónde podrían venir los recursos económicos para poder realizarlo y mantenerte de ello, recuerda que puedes pedir ayuda a tus ángeles para que te señalen el camino y ellos gustosos lo harán indicándote un paso a la vez para lograrlo. Tus respuestas también las puedes encontrar en tu Ser Interior, si sabes escucharlo. El Arcángel Miguel sabe qué implica que realices tu propósito de vida y el de todos. Él es el supervisor de las misiones de vida tal como hace el director de una orquesta que asegura que todos los músicos toquen la parte que les corresponde. Puedes pedirle ayuda y guía. Tú como uno de los músicos en la orquesta, eres imprescindible y tu participación es tan importante como la de todos los demás. Cada uno de nosotros tenemos un papel en el Plan de Paz del Creador.
Afortunadamente, tu propósito de vida involucra actividades y temas en los cuales ya estás interesado y, si aún no identificas cuáles son, pregunta a alguien que te conozca y que te quiera. Esta persona ha observado qué es lo que más te emociona y de ahí puedes partir para encontrarlo.
Cuando lo encuentres y te dediques a llevarlo a cabo, te darás cuenta que es tan emocionante y gratificante que te levantarás en la mañana lleno de energía y de vigor, listo para continuar haciéndolo. La abundancia y la prosperidad te rodeará y fluirá en ti porque estarás dedicando mucho tiempo en este esfuerzo y tu emoción por hacerlo te hará experto en la materia.
¡Encuentra tu misión y sé feliz!
Gracias a la Fuente: http://armoniadelalma.mx/

martes, 25 de noviembre de 2014

Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres

Día internacional de la eliminación de la violencia
contra las mujeres

Hoy 25 de noviembre desde hace diecisiete años se celebra el día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, campañas como UNETE nos invitan a usar una prenda de vestir de color naranja como apoyo a la erradicación de la violencia de género, los 25 de cada mes. Son dieciséis días de activismo hasta el 10 de diciembre que es el día de los derechos humanos.
Dando un gran paso para complementar este día, en nuestro país el 19 de marzo de 2007, se promulgo la ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Para iniciar el desarrollo de este tema es importante destacar que ninguna mujer del mundo está exenta de padecer, vivir o sufrir violencia o maltrato por parte de algún o algunos miembros del denominado sexo fuerte. Pero hay que entender que un hombre realmente fuerte jamás golpearía a una mujer, porque lo primero que recordaría es que viene de una, sí del vientre de una mujer que lo sostuvo durante nueve meses. Partiendo de esto, hay que crear consciencia en ambos bandos.

Empecemos por algunas estadísticas interesantes sobre la violencia doméstica:
Cada 12 segundos una mujer es maltratada por su esposo, novio, amante, conocido o desconocido.
El maltrato ocurre en todas las culturas, edades, razas, nacionalidades y niveles socioeconómicos.
El maltrato también se presenta en relaciones entre el mismo sexo.
El 93% de las víctimas de violencia doméstica son mujeres.
El 64% de todas las mujeres serán maltratadas alguna vez en su vida.
El 60% de las mujeres golpeadas, son golpeadas en estado de embarazo.
El 81% de los hombres que maltratan a sus parejas tuvieron padres que abusaban de sus madres.
Las golpizas son la mayor causa de heridas en las mujeres, son más frecuentes que los accidentes automovilísticos, asaltos, y violaciones, todos juntos. Esta es la principal causa por la que las mujeres son atendidas en las salas de emergencia.

Los hombres que saben que tienen episodios de ira, celos enfermizos, carácter volátil y su rasgo distintivo es la violencia, den el primer paso para salir de un abismo que les puede costar muy caro. Porque si bien es cierto algún tiempo atrás cualquier hombre que maltrataba a una mujer quedaba impune, afortunadamente el mundo está cambiando y nuestro país no se queda atrás, y hoy existe una ley que tipifica diecinueve tipos de violencia y cuya sanción en la mayoría de los casos es la cárcel. Si necesitaban un freno para reaccionar y aceptar que tienen un problema, este puede ser uno. Porque si alguna vez has salido impune quizá en la siguiente oportunidad no sucederá igual. Ya que cada día hay más instancias a las cuales acudir para denunciar el maltrato contra la mujer.

Te recomiendo a ti hombre, que luego de aceptar tu problema, si ya te ha ocurrido en más de una oportunidad, busques ayuda para no volver a agredir de ninguna forma a cualquier otra mujer. Reflexiona y recapacita, si estabas bajo el efecto de alguna estupefacientes o psicotrópicos al momento de cometer el hecho, busca un terapeuta y has lo que este te indique. La sustancia no es lo que te hizo cometer el hecho, tienes un problema y debes aceptarlo.

A ti mujer, si nunca te ha sucedido por suerte aun formas parte de la minoría, sin embargo es bueno estar informada y saber qué hacer ante una situación de violencia imprevista, también por solidaridad de genero mantente alerta y ante cualquier señal extraña de agresión que veas en un hombre notifícale a las mujeres cercanas. 

Se puede prevenir desde todo punto de vista este flagelo, hablándolo, porque si una pareja a ti te golpeo y tú la dejaste siempre vendrá otra a la que el querrá hacerle lo mismo, si tú la alertas y lo denuncias cortas la cadena de violencia. Mientras que si te quedas callada, por temor o pena, te conviertes en su cómplice y tu dolor revivirá al enterarte de su siguiente víctima.

Aquí algunos mitos y realidades sobre violencia doméstica: Existen muchos mitos sobre la violencia doméstica. Distintos países tienen distintas maneras de justificar la violencia y el abuso.
Mito # 1
Algunas personas merecen ser abusadas verbal o físicamente: nadie merece ser abusado ni verbal ni físicamente. Eso de que "me lo merezco por ser como soy", "me lo merezco por no hacer las cosas bien", "me lo merezco por haber quemado la comida", todo eso es falso. La única persona responsable del abuso es el abusador mismo. La violencia no tiene justificación alguna y el primer paso para salir de una relación abusiva es entender esto.

Mito # 2
La furia causa la violencia doméstica: aquellos que maltratan no sienten más furia que el resto de la humanidad. Utilizan la furia como excusa y justificación para su comportamiento. Todos sentimos en algún momento furia pero no tenemos que expresarla abusando de otros. Una persona que tenga reacciones violentas con frecuencia y no sea capaz de controlarse necesita ayuda.

Mito # 3
Los abusadores "pierden el control" sobre su temperamento: la violencia no es pérdida de control, es el ejercicio del poder y del control de una persona sobre otra. Los abusadores generalmente son sólo violentos con sus compañeras o sus hijos. Se cercioran que otras personas no se enteren del abuso; ejercen el abuso a puerta cerrada y se aseguran de que nadie hable de esto. Si cometen un asalto físico, los abusadores tratan de infligir heridas en partes del cuerpo que quedan cubiertas por la ropa, halan el cabello o ahorcan, heridas que por lo general dejan marcas menos obvias. El 60% de las mujeres golpeadas están en estado de embarazo y con frecuencia reciben golpes en el abdomen. Muchos asaltos duran horas. Muchos son planeados.

Mito #4
La violencia doméstica sólo ocurre en familias de bajo nivel educativo, pertenecientes una minoría o con problemas: La violencia doméstica toca a todos los grupos demográficos sin importar raza, etnicidad, nivel económico, clase, orientación sexual, ocupación o educación. Hay médicos, ministros, psicólogos, policías, abogados, jueces y otros profesionales que golpean a sus parejas. Aproximadamente el 50 % de todas las parejas sufren de violencia doméstica en algún momento de sus vidas. Lo cual no justifica que usted lo acepte.

Mito # 5
Si una mujer golpeada de veras desea huir, lo puede hacer: Cualquier mujer que considere dejar a su abusador corre riesgos.  Por eso hay que actuar informadas, con cautela e inteligencia. El 65% de las mujeres golpeadas que son asesinadas, mueren en manos de sus abusadores, cuando o después de que los dejan. Para evitar esto, tienes que informarte muy bien antes de actuar, a la par de buscar apoyo familiar o de amistades, para resguardar a los niños (en caso de que tengas hijos bajos tu techo) y luego ocultarte tú mientras haces las denuncias pertinentes.

Mito #6
La violencia doméstica es problema de mujeres: Aunque es cierto que el 93% de las víctimas de violencia doméstica son mujeres, éste no es un problema sólo de mujeres:
El 7% de las víctimas son hombres.
La violencia doméstica se presenta también en relaciones homosexuales.
La violencia doméstica es el indicador principal de delincuencia juvenil.
Los hombres tienen un papel importante en apoyo a las mujeres, llamar a botón a otros hombres y enseñarle a los jóvenes sobre relaciones respetuosas y no violentas.

Mito # 7
Abuso de alcohol/drogas/medicamentos causan la violencia doméstica: Las drogas y el alcohol pueden aumentar el nivel de peligro y se encuentran presentes en por lo menos el 50% de los casos de violencia doméstica. Pero no son la causa de un comportamiento violento, a pesar de lo cual se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea porque potencia el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol.
Sin embargo, muchos alcohólicos y personas que usan drogas no maltratan, y muchos de aquellos que maltratan no consumen ni drogas ni alcohol. Alejar al atacante del alcohol no pondrá fin a la violencia. Los abusadores que son alcohólicos o utilizan drogas tienen que enfrentar diferentes problemas si desean ayuda, su adicción y su problema de abuso. Cada problema debe tratarse por separado.

Insisto, no hace falta tener autoestima baja, sufrir depresión o rodearte de malas juntas para ser víctima de violencia, a cualquiera le puede pasar y no tienes que sentirte culpable ni pensar que tú lo provocaste, sea como sea que se hayan suscitado los hechos. Solo tienes que encender tus alarmas y ver algunas señales que muestran los hombres violentos.
Aproximadamente el 93% de los abusadores son hombres. Los abusadores con frecuencia presentan una imagen de "buen proveedor" y suelen tener una baja autoestima. Es común que se nieguen a aceptar su responsabilidad por la violencia, e intentan racionalizar su causa o culpar a la víctima de ser la causante. Algunas señales a tener en cuenta son:
1.  Te Cela de las amistades, familiares, compañeros de trabajo... cualquier relación que no sea la del abusador con la persona abusada
2.  Tiene un comportamiento violento: pelea en reuniones sociales, en la calle o en los bares. Aunque no siempre llegue a la pelea, porque es demasiado cobarde para enfrentarse a un igual, es probable que expresa frases que demuestran contundente violencia e ira.
3.  Muestra un comportamiento controlador: monopoliza el tiempo de la persona abusada; no le permite tomar decisiones sobre su ropa, su peinado, cómo invertir su dinero, o buscar un empleo
4.  Abusa verbalmente de ti u otros: usa nombres hirientes y ofensivos; menosprecia a la víctima tanto en público como en privado. No se da en todos los casos, hay algunos que evitan estas actitudes para que las víctimas no puedan huir antes del episodio.
5.  Tiene cambios de ánimo frecuentes: Una personalidad con altibajos, no se sabe qué lo enojará de repente. Puede estar contento un minuto y furioso el siguiente. Esta es la señal más importante, si tienes miedo sobre qué decir o hacer, es probable que estés junto a un hombre violento. Los cambios súbitos e impredecibles de humor, son una clara evidencia, en un momento está bien y rápidamente explota. Al llegar al hogar la mujer y los niños comienzan a inquietarse porque…”hoy no sabemos cómo va a llegar papá”
6.  Te aísla de amigos, familia y vecinos. Muchas veces la victima teme que si saluda a una amistad, el victimario se pondrá celoso y furioso.
7.  Es  hipersensible: el abusador se siente insultado y ofendido con gran facilidad
8. Tiene historial familiar de violencia: el abusador puede haber visto violencia doméstica en su familia. Fue criado creyendo que la violencia doméstica es un comportamiento normal.
9.  Demuestra una actitud machista hacia las mujeres: el abusador generalmente cree que cada género tiene un rol estricto. Cree que el trabajo de la mujer es cuidar del hogar y de él. En las relaciones entre parejas del mismo sexo, generalmente la persona con el carácter más fuerte es el que termina sometiendo a la de carácter más débil.
10. Tiene doble personalidad: por lo general, en público es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. No es extraño caer en la seducción de su discurso, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y parientes.
11. Los hechos triviales  muchas veces son los desencadenantes de la violencia, y por lo general más tarde no se recuerdan.
12. No cumple las promesas ni los pactos, tiene dificultades para acatar normas y límites, incluso los impuestos por el juez.
13. Practica el espionaje: en algunas ocasiones emplea tácticas de espionaje o contrata a terceros, graba las conversaciones, controla las salidas y las amistades de su mujer a través de sus hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos.
14. Inmadurez: por momentos sorprende por su agresividad y en otras ocasiones por sus conductas infantiles.
15. Narcisismo: se mira en el espejo y dice “mira qué bueno estoy, en cambio tú estás cada vez peor".

Estas son algunas de las señales más notorias de que estas compartiendo con un hombre maltratador, permanece atenta y evita un episodio alejándote, de ser posible, de esta persona o asistiendo a terapias para descifrar si estas ante el perfil de un abusador.

Como recomendación final amiga, si no has sufrido violencia con informarte y solidarizarte a ayudar a las que sí han sufrido estas aportando tu cuota para evitar que esto siga sucediendo.
Si eres tú la maltratada busca ayuda, asesórate bien, puedes usar la línea gratuita: 0-800 MUJERES 0-800-6853737 y *112 desde Movilnet. Se cuidadosa e inteligente para que todo salga bien, conoce la ley, estúdiala, prepárate para tener en tus manos todas las herramientas probatorias y hacer la denuncia ante los entes policiales antes de 48 horas luego de haber ocurrido la agresión.

Si eres madre tu obligación es mayor, ya que tu deber de poner fin al maltrato es moral, porque los hijos toman los modelos que ven en casa como ejemplos a seguir, con tu complicidad pudieras estar fomentando la crianza de un futuro maltratador o a una niña que en su adultez acepte el maltrato en su vida como algo natural.

Desde cualquier punto que lo enfoques todo indica que tendrás que sacar valor para liberarte del abuso y el maltrato porque mereces una vida digna, libre de violencia. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Aprende a Vivir. Reflexión de Facundo Cabral


De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.
      Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.
      Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el Nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la  vida.  Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿Cómo no gozar y respetar este momento?
      Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿Por qué te preocupas tanto?
      No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas
      Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, ¡Pero no digas NO PUEDO ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!.
      Si quieres recuperar la salud, ABANDONA la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
      PERDONA a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la  cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
      Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra  vida, es distraerse de ella.
      El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el VENCEDOR cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas Son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
      NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque  en él vivirás el resto de tu vida.
     Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.

lunes, 21 de julio de 2014

Nunca juzgues a un niño como si fuera adulto.

Releyendo un libro que me gusta mucho, en busca de material para uno de mis cursos, cuyo autor es Dale Carnegie, me topé con este interesante y reflexivo texto que amablemente el autor tomó de W. Livingston Larned y lo compartió en su libro "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas". 
La verdad a mí como madre me tocó e inmediatamente me encontré haciendo una retrospección mental sobre mi actitud hacia mi hijo de 3 años. 
Cuántas veces en momentos de estrés laboral no le prestamos la debida atención a nuestros hijos?
Cuántas veces los juzgamos o criticamos como si fueran adultos?
La verdad, lo menos que me han quedado ganas es de criticar ni juzgar, ni a usted ni a mí, pero lo que sí le pido es que el día de hoy se ponga la mano en el corazón y reflexione, y si usted sabiamente nunca ha cometido alguno de estos errores comparta el artículo y haga reflexionar a otros. Que bastante falta nos hace. 

Papá Olvida 
W. Livingston Larned 

Escucha hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y 
los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos 
minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me 
ahogaba. Culpable vine junto a tu cama. 

Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la 
escuela, por que apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé por que no te limpiaste 
los zapatos. Te grité por que dejaste caer algo al suelo. 

Durante el desayuno te regañé también, volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. 
Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te 
ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: 
¡Adiós papito! Y yo fruncí el entrecejo y te respondí: ¨¡Ten erguidos los hombros!¨ 

Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la 
calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a 
casa delante de mi. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más 
cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. 

¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente con una 
mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, 
vacilaste en la puerta. ¨¿Qué quieres ahora?¨ te dije bruscamente. 
Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello 
y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu 
corazón y que ni aún el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves 
pasitos ruidosos por la escalera. 

Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entro en mi un 
terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mi la costumbre? La costumbre de encontrar 
defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te 
amara; era que yo esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. 

Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande 
como el sol que nace de las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de 
correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta 
tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. 

Es una pobre explicación; se que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás 
despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuado 
sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras 
impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: ¨No es más que un niño, un 
niño pequeñito¨ 

Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu 
camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza 
en su hombro. He pedido demasiado, demasiado.

domingo, 20 de julio de 2014

Deja Las Culpas y Empieza De Nuevo.




La vida es como una película que vemos y volvemos a ver, cuando se trata de revisar el pasado muchas veces nos enfrascamos en episodios no resueltos, y cuando comenzamos a evocar esas situaciones nos damos cuenta que inmediatamente aflora un sentimiento de culpa. Pero ¿cómo distinguimos la culpa de la responsabilidad? Empecemos por la más positiva, somos responsables de nuestros actos cuando estamos en capacidad de afrontar las consecuencias que estos nos acarrean, visto desde este punto ser responsables es muy positivo. Pero en cuanto a la culpa, es una emoción negativa que nos hace sentir mal y afecta el autoestima, y si para eliminar la culpa fuera imprescindible corregir el pasado no te quiero contar sobre la titánica labor.

Nos encontramos ante otro punto importantesentirte culpable en un principio pudo ser una conducta humana perfectamente plausible, porque hay quienes evaden responsabilidades culpando siempre a otros de sus equivocadas acciones. La culpa puede surgir un instante mientras dura la confusión pero permitirle que permanezca en el tiempo depende de ti y del análisis que hagas sobre la situación.

Y ahora toma unos minutos para responder estas preguntas, con sinceridad y a conciencia ¿Sentir culpa cambia tu pasado?, ¿Sentirte mal presenta algún beneficio para tu vida? ¿Realmente con el conocimiento que tenías en ese momento podías haber actuado de otra forma?...Citando una de las leyes espirituales que dice “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido” te invito a dar los primeros pasos más importantes en el proceso de liberarte de la culpa, que es reconocerlo y aceptarlo. Sí, reconoce que lo que sucedió es lo único que podía haber sucedido, y acéptalo con la conciencia y madurez de entender que no lo podrás cambiar. Y aunque no lo puedes cambiar si sacas algún aprendizaje de ese episodio transformarás la culpa en una emoción más positiva.

La culpa te lleva a una calle ciega donde lo único que encuentras siempre es sufrimiento, entonces toma un giro antes de transitar una vez más por ese callejón sin salida y aprende de una vez la lección para la que te tocó vivir esa y muchas experiencias traumáticas o difíciles en tu vida. Una vez identificada la lección a aprender puedes emprender un camino victorioso de crecimiento y logro de metas. Recuerda que las victimas nunca alcanzan el éxito porque dejarían de serlo. Sal de esa burbuja que te atrapó durante años y te mantuvo preso, preso sin poder ver hacia adelante con la frente en alto, porque si lo piensas bien el único ser humano que nunca se ha equivocado es aquel que nunca intentó nada, errar es de humanos, rectificar de sabios y salir delante de triunfadores y cómo tú eres un triunfador (a) tienes un único camino a seguir, levantarte y empezar a cumplir esa lista de metas que dejaste por no creerte merecedor (a), recuerda que el fracaso es una etiqueta mental que inventamos los hombres para justificar los desenlaces inesperados, el fracaso no existe si aprendes la lección y la transformas en experiencia.

Y cómo la culpa ya no formará parte de ti, cerras ese ciclo perdonando y agradeciendo a todos los involucrados, perdonándote sobre todo a ti, amándote y sabiendo que eres perfecto (a) tal y como eres. Y buscando lápiz y papel para empezar a hacerte preguntas poderosas sobre las metas que tenías olvidadas y que hoy quieres reformularte.



  • Debes formular el objetivo, meta o proyecto en forma positiva. Ej. Quiero ser Rico, en lugar de No quiero ser pobre. O Soy delgada en lugar de no quiero ser gorda. Y así vas escribiendo paso a paso esas metas que deseas alcanzar.
  • Es muy importante que tus metas dependan sólo de ti, porque no es correcto plantear metas que dependan de un tercero, ya que de no lograrlas terminarás frustrado (a) y deprimido (a). O culpando a otros sobre la responsabilidad de tu vida.
  • Que la meta tenga un alcance adecuado, es decir, que sea posible y alcanzable para ti en espacio y tiempo.
  • Una pregunta poderosa que tienes que hacerte, es ¿qué obtendrás con alcanzar esa meta? Y te voy a dar un ejemplo. Si tu quisieras ser cantante, debes preguntarte ¿qué obtendré con eso? quizá la primera respuesta sea fama y dinero, pero si te vuelves a preguntar ¿qué obtendrás con la fama y el dinero? Seguramente responderás: elogios y admiración… debes seguir preguntando hasta llegar a ti, a tus emociones y a tu misión de vida (quizá alguien pudiera terminar de responder a este ejercicio con: obtendré reconocimiento y trascender por generaciones).
  • Pregúntate ¿Cómo te hace sentir eso? y verifica si sólo te hace sentir bienestar, o también te da angustia o temor, porque no todo lo que queremos estamos preparados para recibirlo, así que es importante validar tus emociones antes de seguir adelante.
  • Arma tu plan y/o estrategia para lograr tus metas. Preguntándote ¿Dónde, cuándo y con quién? Allí armaráel paso a paso.
  • Es imprescindible estar claro si esta meta afectará otros aspectos de tu vida, porque a veces no estamos dispuestos a pagar el precio por lograr nuestros sueños.
  • ¿Qué evita que obtengas esa meta ahora? Una vez lo detectes trabaja esforzadamente en ello.
  • Identifica ¿Qué recursos tienes y cuáles necesitas? Para obtener cada una de tus metas.

  • Se acerca el momento y es hora de tomar acción, Si permaneces esperando el momento ideal, nunca saldrás de donde estas; es preciso un poco de locura para dar el próximo paso Paulo Coelho. El momento de tomar acción es YA, siempre que busques excusas para alcanzar tus metas repítete PROCEDERÉ AHORA MISMO. Un paso a la vez y no te detengas. Constancia, paciencia y una gran motivación te llevarán a alcanzar todas tus metas y a concretar cada uno de tus sueños.

    Y la pregunta de reflexión, ¿Vale el esfuerzo? Asegúrate que aquello por lo que luchas es realmente importante, valioso y duradero para ti. La felicidad es el mayor deber que tenemos los seres humanos.


    Cristina Faneite Prieto.
    Twitter: @CristinaFaneit
    Instagram: @CristinaFaneite.
    Especialista en temas de crecimiento personal.
    Escritora, locutora, terapeuta y conferencista.

    viernes, 27 de junio de 2014

    C A (N) S A D O S...



    El matrimonio con sus altos y bajos siempre vale la pena, vale el esfuerzo y vale cualquier sacrificio... Pero qué tanto estas dispuesta(o) a sacrificar por mantener un estado civil que en una sociedad como la venezolana te proporciona algo de estatus?
    Y aunque nunca la razón para casarse sea obtener el "estatus" este viene implícito... Pero confío en que sólo un 2% de la población se casaría por esa razón.

    Pero analicemos al 98% restante... Cuales son las razones que motivan a las parejas a casarse? Qué te motivó a ti?
    Bueno hay miles de razones... La principal y aunque suene a cursilería debe seguir siendo el AMOR... No hay objetividad que valga... Debes sentir una profunda emoción y unas ganas enormes de compartir con tu pareja hasta tus más íntimos deseos, de revelarle secretos que ni tu mamá conoce, y para ello debe existir una GRAN COMUNICACIÓN, la mejor, la más fluida, deben ser capaces de escucharse sin juzgarse, porque en el amor no se juzga se acepta. Y cuando ACEPTAMOS APOYAMOS, es objetivo inherente a la pareja apoyar desinteresadamente los sueños y metas del cónyuge. Y un factor que nunca ha perdido vigencia es el SEXO, el buen sexo en una pareja es imprescindible, SÍ leíste bien imprescindible, porque a través del sexo se rompen tabúes, se establece la mejor comunicación del mundo, sin palabras, la expresión del cuerpo, debe ser una entrega sublime... Y aunque suene a libreto de telenovela cada entrega debe ser así, si no lo estas viviendo, analiza qué tipo de relación estas llevando, porque quizá no sea la relación que cada ser humano merece experimentar.

    Cada pareja es un universo del cual tienes que aprender, pero cuando sientes vacíos y empiezas a revaluar y definir tu felicidad es posible que ya hayas aprendido de esa pareja lo que necesitabas, quizá sea el momento de cerrar el ciclo y seguir el camino.
    No puedes hacer que tu pareja cambie, ni deberías intentarlo, si no puedes aceptarla es mejor hacer una introspección sobre tus necesidades. Y evaluar qué haces junto a esa persona que tiene tantas cosas que te molestan.
    Si te casaste por las razones equivocadas, entre las más comunes en estos momentos están:  "para acompañar tu soledad" o "para que no se te pasara el autobús" te recuerdo que esta maravillosa oportunidad llamada vida nos fue concedida para el propósito más alto que tiene cada ser humano "ser feliz", y mientras haya vida siempre hay esperanzas...

    Las rupturas nunca son fáciles, pero valdrá la pena unos meses de duelo a cambio de la posibilidad de una vida de felicidad? La respuesta la dejo a tu reflexión.

    lunes, 9 de junio de 2014

    TE DESEO...Un poema de Victor Hugo para aprender.

     
     
    Victor-Marie Hugo (Besanzón, 26 de febrero de 1802 – París, 22 de mayo de 1885) fue uno de los más importantes escritores y poetas románticos franceses.
     
    Su vida estuvo unida a la necesidad y la disciplina de escribir, actividad que se imponía, y de la cual salieron poemas, novelas, obras teatrales y una extensísima obra epistolar.
     
    El poema que les dejo llegó a mi al finalizar un curso de Programación Neuro Lingüística y desde entonces a sido mi favorito. Toca cada aspecto importante de la vida de un ser humano y de verdad  te deseo desde mi corazón todo lo que deseó Victor Hugo al escribirlo, empiezo por invitarte a que lo disfrutes y lo releas cada vez que sientas necesidad de un mensaje que alimente tu alma.
     
    TE DESEO
     
    Te deseo primero que ames,
    y que amando, también seas amado.
    Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
    y que después de olvidar, no guardes rencores.
    Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
    sepas ser sin desesperar.
     
    Te deseo también que tengas amigos,
    y que, incluso malos e inconsecuentes
    sean valientes y fieles, y que por lo menos
    haya uno en quien confiar sin dudar.
    Y porque la vida es así,
    te deseo también que tengas enemigos.
    Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
    para que, algunas veces, te cuestiones
    tus propias certezas. Y que entre ellos,
    haya por lo menos uno que sea justo,
    para que no te sientas demasiado seguro.
     
    Te deseo además que seas útil,
    más no insustituible.
    Y que en los momentos malos,
    cuando no quede más nada,
    esa utilidad sea suficiente
    para mantenerte en pie.
     
    Igualmente, te deseo que seas tolerante,
    no con los que se equivocan poco,
    porque eso es fácil, sino con los que
    se equivocan mucho e irremediablemente,
    y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
    sirvas de ejemplo a otros.
     
    Te deseo que siendo joven no
    madures demasiado de prisa,
    y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
    y que siendo viejo no te dediques al desespero.
    Porque cada edad tiene su placer
    y su dolor y es necesario dejar
    que fluyan entre nosotros.
     
    Te deseo de paso que seas triste.
    No todo el año, sino apenas un día.
    Pero que en ese día descubras
    que la risa diaria es buena, que la risa
    habitual es sosa y la risa constante es malsana.
    Te deseo que descubras,
    con urgencia máxima, por encima
    y a pesar de todo, que existen,
    y que te rodean, seres oprimidos,
    tratados con injusticia y personas infelices.
     
    Te deseo que acaricies un perro,
    alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
    erguir triunfante su canto matinal,
    porque de esta manera,
    sentirás bien por nada.
    Deseo también que plantes una semilla,
    por más minúscula que sea, y la
    acompañes en su crecimiento,
    para que descubras de cuantas vidas
    está hecho un árbol.
     
    Te deseo, además, que tengas dinero,
    porque es necesario ser práctico,
    Y que por lo menos una vez
    por año pongas algo de ese dinero
    frente a ti y digas: “Esto es mío”.
    sólo para que quede claro
    quién es el dueño de quién.
     
    Te deseo también que ninguno
    de tus defectos muera, pero que si
    muere alguno, puedas llorar
    sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
     
    Te deseo por fin que, siendo hombre,
    tengas una buena mujer, y que siendo
    mujer, tengas un buen hombre,
    mañana y al día siguiente, y que cuando
    estén exhaustos y sonrientes,
    hablen sobre amor para recomenzar.
     
    Si todas estas cosas llegaran a pasar,
    no tengo más nada que desearte.
     
     
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