Aprendí que quien te quiere ayudar no espera el momento perfecto, te ayuda hoy mismo.
Aprendí que no todos los que dicen te quiero realmente lo sienten, y que muchas veces los que guardan silencio realmente te aprecian.
Aprendí que no todos desean tu éxito, sólo unos pocos son capaces de alegrarse sinceramente de tus logros.
Aprendí que la amistad a veces es unilateral, es decir, no necesariamente el amor que envías es el que recibes.
Aprendí que las decepciones son producto de las grandes expectativas.
Aprendí que el fracaso es sólo una etiqueta nefasta para denominar un resultado no deseado.
Aprendí que si eres sincero eres feliz, lo cual no implica que tu sinceridad haga feliz a los demás.
Aprendí que tienes que sentirte completo y a gusto en tu piel, porque contigo vivirás hasta tu último respiro y tu relación contigo es la que más debes cultivar.
Aprendí que la maldad es un punto de vista, cada persona tiene una intención positiva detrás de cada conducta.
Aprendí que no se puede complacer a todo el mundo, si logras ser coherente con tus pensamientos y acciones eso bastará para contrarrestar cualquier crítica.
Aprendí que si te amas realmente puedes compartir amor con los demás, lo mismo pasa con la felicidad, pero no puedes dar lo que no tienes (el mejor ejemplo es el dinero).
Aprendí que no es necesario agradar a todos sólo debes estar en paz contigo y no dañar a quienes te rodean.
Aprendí que el amor más grande del mundo se siente por un hijo (a).
Aprendí que los límites son sólo los que uno mismo se impone.
Aprendí que puedes hacer todo lo que quieras siempre que no te lleves por el medio a alguien más.
Aprendí que la vida es la mejor universidad del mundo, cada situación que vivimos tiene un motivo, propósito o razón, cada persona que se cruza en tu vida tiene una intención, todo es aprendizaje, crecimiento y evolución.
¡Hoy me siento feliz, agradecida y bendecida!
Parte de la estructura perfecta del pensum de esta maravillosa universidad de la vida es que nadie aprende en cabeza ajena, es decir, no es posible aprender a través de las experiencias de otros, es necesario vivirlas tú mismo.
Así que adelante "transforma cada experiencia en aprendizaje de vida" #IngenieríaEmocional, aprende con amor cada lección que la vida te muestra
y recuerda "lección que no se aprende se repite",
por eso tómate el tiempo para analizar el para qué de cada situación que vives,
el por qué no es relevante,
sólo el para qué te dará la luz para afrontar cada situación de forma analítica, reflexiva y lo mejor te mostrará claramente la lección que vas a aprender.
Espero con el corazón que si aún no has aprendido estas bellas lecciones las aprendas próximamente.
Te deseo el mayor de los éxitos en esta carrera llamada Vida y que Dios te colme de sabiduría y grandes bendiciones.
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